Camiones: Los COE
¿Que significa COE?
En ingles Cab – Over se le dice a los vehículos que tienen la cabina sobre el eje delantero.
Los norteamericanos, afectos a las siglas o abreviaturas, lo simplificaron llamándolos: COE
Son los que tienen un frente vertical, cara plana, frente chato o «ñatos».
¿Como nacieron los COE?
Es sencillo, resulta que hubo una época que los camiones tenían un límite de longitud, o sea que no podía ser de cualquier largo sino que se debían adaptar a las medidas reglamentadas por leyes vigentes, por eso, las fabricas de camiones, para aprovechar el máximo el largo de la caja de cargas, redujo en todo lo posible la cabina y, como no podía ser de otra manera, montaron la cabina por encima del motor…., ¿se entiende?
La historia de los camiones COE
La primer producción de este tipo de camiones fue en el año 1907, lo fabrico la empresa Stenberg, más tarde llamada Sterling, en Wisconsin, USA, hasta 1914. (1º Guerra Mundial)
En 1933 la Sterling desarrollo el «Camel Back» llamado así por una pequeña joroba en el frente, y esta joroba podía ser inclinada para acceder al motor.
Para ese mismo año, la empresa White Motor, desarrollo un COE, muy moderno (para la época) que cumplía con la exigencia legal de no mas de 12,80 mts de largo.
Hasta la década de 1970 era un tipo de vehículo muy elegido y valorado entre los transportistas y empresas de transportes de Estados Unidos, pero cuando esas leyes longitud se derogaron, la mayoría de los fabricantes de camiones pesados, comenzó a fabricar y vender otros estilos de carrocería. Sin embargo, sigue siendo muy popular en el segmento de camiones ligeros y medianos.
Obviamente, hoy, tener un COE de los llamados livianos, y más de la década de los 40 o 50, permite hacerle cierto restyling o modificaciones que lo vuelven un vehículo muy deseado.
En Europa y Japon la leyes sobre máximos de longitud siguen siendo muy estrictas, y los COE son los dueños de esas rutas.
Fierros Clásicos ira sumando distintas nota sobre marcas y modelos para deleite de sus lectores y porque no decirlo: de nosotros mismos.