Nota

44º Aniversario de las 84 horas de Nurburgring «La Epopeya del Automovilismo Argentino»

EN 1969 FINALIZABA UNA EPOPEYA DEL AUTOMOVILISMO ARGENTINO

Por Tuerquita Rosca Fina

Fue un 23 de Agosto como hoy, pero de 1969, finalizaban una epopeya para el automovilismo argentino, «las 84 Horas de Nurburgring» luego de 3 días y medio de carrera, una verdadera maratón del automovilismo, disputadas en el mítico circuito alemán y en el cual un auto argentino, el Torino 380 W hecho en Córdoba, obtenía un honroso cuarto puesto conducido por Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco y Eduardo Rodríguez Larreta, “Larry”, siendo el auto que mas kilómetros recorrió y que llegaba en el 4to. lugar debido al sistema de penalizaciones de la competencia.

 

 

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El 20 de Agosto se ponía en marcha la “Misión Argentina” con tres unidades Torino 380 W: el número 1 para Carmelo Galbato-Cacho Fangio y Luis Di Palma; el número 2 para Jorge Cupeiro, Eduardo R. Canedo y Gastón Perkins; y el número 3 para Eduardo Copello,“Larry” y Oscar M. Franco.
Juan Manuel Fangio fue el director general, y Oreste Berta el responsable técnico de aquellos autos con patente de Córdoba que a lo largo de 84 horas asombraron a propios y extraños, los europeos se preguntaban que podrian hacer aquellos mostrodontes, (eran los autos mas grande de la competencia).

 

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Carmelo Galbato, Jorge Cupeiro y “Larry” fueron lo encargados de largar la carrera y los primeros en asombrar al mundo al ubicar a aquellos “elefantes” como le decían a los pesados autos de 4,74 metros de largo, impulsado por un motor Tornado de seis cilindros, 3.770cc, 215 HP y una velocidad final de 203, 380 km/h, equipado con tres carburadores Weber 45/45.
Desafiando al reloj
La competencia tuvo en la lluvia a uno de los principales problemas a resolver. cayó implacable durante más de 70 horas y complicó a todos. Así lo atestiguaba Jorge Cupeiro, quien en la séptima hora de carrera patinó en un charco y se fue de la pista quedando encajado sobre un borde. Imposible sacarlo de allí por manos propias y se producía el primer abandono de los auto argentinos.
A las 44 horas Rubén Luís Di Palma sufre con un problema eléctrico, el auto sin luces se va de pista, golpea contra una piedra y se rompe el cárter, produciendo la rotura del motor.
Queda sólo un auto en carrera, el Torino Nº 3. Hasta allí era una hazaña, ya que dos de los tres Torino, habían punteado 67 horas delante de marcas como Porsche, BMW, Ford y otras, y todo parecía encaminarse hacia el triunfo. Pero la lluvia implacable, hizo que se “picara” el escape y el ronronear del motor superaba con creces los 83 decibeles permitidos por reglamento de la competencia.
Se debía cambiar en boxes, en la hora 65 de carrera ingreso para comenzar con la reparación, el trabajo se hizo en 10 minutos, pero eso significó 10 vueltas de penalización y el auto argentino cayó al sexto puesto. Con tesón y muñeca, Franco lo llevó al cuarto puesto para algarabía de todo un país que lo seguía por radio.

 

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