Nota

Brough Superior SS 100

Brough Superior

Comenzamos la sección de Motos Clásicas con la Brough Superior, ¿porque?
La explicación está dada porque fue, quizás, no solo la mejor moto en su tiempo sino que revoluciono la historia de este importante vehículo.
Una moto que fue un símbolo de la industria británica.

Su creador

George Brough heredó de su padre, Willam la pasión por las motos, los conocimientos y le agrego el arte suficiente para ganar fama mundial logrando sus productos ser llamados las Rolls Royce de las motos.

Se independizó del padre y en 1919 creo su propia empresa la cual tenía por objetivo fabricar las mejores motos del mercado.
La marca: Brough Superior le trajo sus problemas familiares. Lógicamente  por comparación, de alguna manera esta diciendo: la otra Brough, la del padre, es inferior y lo era….

Se instaló en Nottingham, donde permaneció hasta 1935. Mientras William, el padre había preferido el motor bicilíndrico horizontal, George se inclinó rápidamente por el bicilíndrico en V.
Hoy esa dirección en Inglaterra es una especie de templo para todos los amantes de las motos.

 

 

George tenía, además de conocimientos en la materia, también en marketing y por eso diseñaba sus propias politicas de comercilización y anuncios: Por ejemplo: La primera información aparecida en la prensa especializada indicaba que George Brough estaba creando una nueva moto que no sería expuesta en el Salón del Olympia de noviembre-diciembre de 1920; se trataba, claro está, de un anuncio bien calculado y cuya única misión era contribuir· a evitar el desencanto en aquellos visitantes que iban al Salón a ver la Brough Superior. El anuncio proseguía informando al público que la nueva moto estaría disponible a principios del siguiente año (1921). Con eso lograba el doble efecto de crear expectativas en un mercado sediento de novedades.

 

 

La primera Brough Superior, con y sin sidecar, se probaba en carretera el 20 de enero de 1921. Los hombres que condujeron la máquina, propulsada por un motor JAP de válvulas en cabeza de 986 C.C., especialmente estudiada (dotada ya de numerosos accesorios: bocina, lámpara de acetileno y generador), refirieron que era muy manejable, ya fuese en la versión de moto sola o en la de sidecar, que poseía un cambio de velocidades magnífico y que el aspecto y el acabado eran perfectos.

 


George Brough se aprestó a presentarla en el Salón de Londres de 1921, pero no fue una buena experiencia porque fue situado su stand junto al de las motos económicas, a pesar de ello se las ingenió para sobresalir y anunció a la prensa que estaba preparando una moto super deportiva, lujosa y con un  gran bicilíndrico con válvulas a la cabeza o laterales; por otra parte, posteriormente se ofrecería un modelo con motor 5/6 MAG.

 


Ya en 1922, la Brough Superior quedó reconocida como una moto fuera de lo común, a la cual se referían como el «Rolls-Royce de la motocicleta»; los automóviles Rolls­Royce debían su fama no sólo a sus cualidades intrínsecas, sino también a su suavidad y su silencio. Este último aspecto, como característica peculiar de la Brough Superior, contribuyó sin duda a asentar la analogía con el Rolls-Royce. La Brough Superior eliminaba gran parte del ruido de las válvulas y empujadores, y dotada de un buen silenciador daba la impresión de ser un tranquilo gigante.

 

 

Ike Webb
Es una de las personas que más hicieron y colaboraron en llevar la marca a la cúspide. Se encargaba del servicio técnico y los que conocemos de «fierros» sabemos que un muy buen servicio técnico hace la diferencia entre las marcas.
Webb era el responsable de atender todo el universo de problemas normales realizando las reparaciones con altísimo nivel de profesionalidad.

 


George Brough e Ike Webb formaron un excelente equipo. George pilotó sus propias máquinas con éxito, conquistando una medalla de oro en el trial de Lands End y en otras competiciones de los años veinte. Además de su talento para el trial, poseía cierta aptitud para la velocidad, ganando su primera competición en Brooklands. Entre 1922 y 1923 totalizó 50 victorias, con su máquina personal, bautizada «Viejo Bill».

 

 

En el Salón de 1923 presenta un nuevo modelo: La SS 100  con un chasis de concepción enteramente nueva, motor JAP de cuatro válvulas y lubricación mecánica. Además frenos de tambor delante y detrás, velocímetro y sistema eléctrico de iluminación.
Muchos han considerado este modelo como el más bello de todos los producidos por la casa.
Entregaba cada moto con un certificado garantizando su posibilidad de superar los 160 km/h. El diseño se basaba en la máquina que debía haber superado el récord de Brooklands con Bert Le Vack, y comprendía un sólido cuadro de doble cuna con la nueva horquilla Castle, parecida en su principio a la de la Harley-Davidson.

 

 

Entre 1920 y 1940 fabrico nada más que 3.000 motos.

 

 

Cuando la SS 100 salió a la venta tenía un precio igual a 15 salarios medios, por lo cual  estaba destinada a unos pocos adinerados.
Sus prestaciones, acordes con su precio, estaban muy por encima de las de cualquier moto de la época. Su motor de 1000 cc era capaz de mantener una velocidad de crucero de más de 150 Km/h y alcanzaba velocidades puntas cercanas a los 200 Km/h, lo cual nos da una clara muestra de las cualidades de esta máquina que, no lo olvidemos, fue fabricada en 1924.

Pero lo que hizo especialmente famosa a una de ellas fue su propietario: Thomas Edward, bautizado por la industria del cine americano como Lawrence de Arabia.
La leyenda de este historiador, arqueólogo, estratega militar, diplomático, mecánico y escritor inglés se forjó a partir de una gesta épica, ya que siendo coronel del ejército británico movilizó, junto al emir Feisal, la revuelta de los árabes contra las fuerzas ocupantes del Imperio Turco durante la 1º Guerra Mundial.

Lawrence, gran aficionado a la velocidad, la compró en 1932 y la bautizó como «hijo del trueno» y esa moto es la que conducía el aventurero en la mañana del 13 de mayo de 1935, cuando sufrió un aparatoso accidente que le costo la vida, pero la leyenda de Lawrence de Arabia, aclamado como el «rey no coronado del desierto», seguirá siempre viva gracias a la película «Lawrence de Arabia», que recibió 7 Oscars en 1962.

 

 

Hoy, una moto Brough Superior SS 100 tiene un precio aproximado a los 450.000 dólares.

 

 

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