Motor Wankel
Todos sabemos que Alemania ha sido una fuente inagotable de tecnología, seguramente la razón fundamental ha sido su sistema cultural, entendiendo esto por un componente básico: la educación y disciplina. También sabemos que este pueblo tan especial, quizás por las mismas razones culturales fue cuna de aberrantes sistemas ideológicos como el nazismo.
En lo que nos respecta, los autos clásicos y antiguos, en Alemania de esos años, separar uno del otro, o sea el mal y el bien no resulta tan claro y simple. Para principios de la década de 1920 al tiempo de grandes inventos surgía un régimen atroz que estuvo emparentado con la industria por ser esta proveedora de los insumos militares necesarios.
Así comprenderemos un poco más la historia de este joven de 17 años, Felix Wankel que diseño una especie de motor a turbina o sea sustituyo los pistones por un rotor.
La enfermedad del nazismo había atacado a Wankel, enrolado en las filas de la juventud hitleriana había contado con la ayuda del régimen para desarrollar su invento, patentado en 1929.
La 2ª Guerra suspendió los trabajos, o sea el estudio y desarrollo de este particular motor que se reanudo recién después de finalizado el conflicto.
Y este desarrollo ligó a Wankel, en 1951, con la fabrica de motocicletas NSU, en la hoy extinta República Democrática Alemana. (La partición alemana había dejado al país en dos mitades, una, la «democrática» bajo el dominio soviético y la otra, la occidental, en manos de Estados Unidos).
En 1957 crearon el primer prototipo al que llamaron DKM, un prototipo muy complicado y en 1958, mejorado: el 400 cc, llamado KKM fue reconocido como el primer propulsor rotativo de la historia. A pesar de eso aún no lograban dominar las vibraciones a baja velocidad y el alto consumo de aceite .
Tsuneji Matsuda, entonces presidente de Mazda, vio el inmenso potencial de este motor y tras largas negociaciones, en julio de 1961 la compañía de Hiroshima firmó un acuerdo de cooperación con NSU para el desarrollo de la mecánica rotativa. También Mercedes Benz se interesó por esta planta motriz y desarrolló el prototipo C111, que no tuvo continuidad. NSU también llegó a producir sus propios automóviles con motor rotativo, pero la mecánica del mismo no resultaba del todo fiable, comenzaban a fallar ni bien sobrepasaban los 30.000 km.
Mazda, por medio de un especial grupo de técnicos logro su propia versión del motor Wankel. En 1961 estaba lista pero nuevamente las vibraciones dañaban las paredes de la cámara de combustión. O sea, continuaba el problema evidenciado por NSU.
Kenichi Yamamoto, director del proyecto de Mazda, encaró el problema, así como la ineficacia de los segmentos de los vértices del rotor, que aumentaban los daños a las paredes de la cámara de combustión y disparaban el consumo de aceite.
Recién, en 1963, Mazda empezaba a encontrar soluciones aceptables.
De forma paralela, la marca japonesa había probado motores de dos, tres y cuatro rotores, todos los cuales obtenían mejores cifras de par y reducían las vibraciones de la versión mono -rotor.
El primer motor rotativo
Ese mismo año, 1963 tenía lista su primera unidad de prueba: el L8A, un birrotor de 798cc, de prestaciones equivalentes a un seis cilindros convencional. Esta unidad fue montada en uno de los primeros prototipos del Cosmo Sport, un deportivo concebido específicamente por el fabricante japonés para montar el RE (siglas inglesas de Rotary Engine o motor rotativo).
En diciembre de 1964 estuvo disponible la primera unidad del RE tipo 3820, también birrotor pero de 1082cc.
Atención: Tras 600.000 kilómetros de pruebas realizadas por 60 vehículos, el 30 de mayo de 1967 Mazda ponía a la venta en Japón el Cosmo Sport, el primer automóvil con motor birrotor de la historia. Su propulsor, de 998 cc., daba 110 HP a 7.000 RPM.
Un año más tarde, el vehículo acababa en cuarta posición en el Marathon de la Route, en dura competencia con los mejores autos europeos del momento.
En 1970 comenzaron las exportaciones de los Mazda de motor rotativo. Dotados con un catalizador de diseño propio, los rotativos de la marca japonesa figuraron entre los primeros vehículos capaces de superar con éxito las entonces rigurosas normas anti-contaminación impuestas por la Ley Muskie (USA).
La crisis petrolera de 1973, a raiz de la guerra de Yom Kipur entre Israel y varios países árabes golpeo las economias de los paises industrializados y esto repercutió en Mazda. Sus motores obtenían rendimientos inusitados para la época-110 HP de potencia con tan sólo 1082 cc.-, pero requerían mucho combustible. En vista de ello Mazda lanzó el Plan Phoenix, cuyo objetivo inicial era reducir los consumos en un 20%, cifra que posteriormente elevó hasta el 40%.
El Savanna RX-7
En 1978, el fabricante japonés lanzó el deportivo Savanna RX-7, que montaba el 12A, el primer motor rotativo producto del Plan Phoenix. Con una cilindrada de 1146 cc. y 130 HP a 7.000 RPM. Posteriormente esta mecánica fue refinada y dotada de turbocompresor. Dicho propulsor, bautizado como 13B y que producía 180 HP, se montó en el Cosmo RE Turbo, el automóvil japonés de serie más rápido de su época.
A mediados de los años 80, se introdujo la inyección en los motores RE, lo que contribuyó a mejorar sus prestaciones y a reducir aún más los consumos. Posteriormente el motor recibió un turbo de doble etapa, que destacaba por la inmediatez y suavidad de su respuesta respecto a la anterior versión turbo-alimentada.
En 1989, este propulsor recibió un nuevo turbo que incrementaba la cifra de par a bajas revoluciones y mejoraba la respuesta.
El siguiente paso llegó en abril de 1990, cuando Mazda lanzó el Eunos Cosmo.
Este deportivo 2+2 montaba el motor rotativo 20B REW, el primer motor con tres rotores de la historia. Esta mecánica de 1962 cc. producía 280 HP a 6.500 RPM y ofrecía una cifra de par 41,0 kgm a 3.000 vueltas.
Entre sus detalles de lujo, el Eunos Cosmo contaba con suspensión, cambio automático y sistema de aire acondicionado accionado electrónicamente.
Tercera generación
Veinte meses más tarde, en diciembre de 1991, el fabricante de Hiroshima iniciaba la comercialización de la tercera generación del RX-7. Este vehículo montaba el motor 13B REW que, al igual que el 20B REW, montaba dos turbos secuenciales. Gracias a dicha configuración, los 1308 cc. entregaban 255 HP a 6.500 RPM y 30,0 metros por kilogramo a 5.000 vueltas. En 1998, gracias a diversos retoques, la potencia de este propulsor creció hasta los 280 HP !!!.
La última evolución del motor rotativo ha sido el Renesis, presentado en la 36ª edición del Salón de Tokio, y que equipa a los RX-8. Las mejoras han sido numerosas: se han optimizado los sistemas de admisión y escape, se ha mejorado la respuesta, se redujeron las vibraciones, al tiempo que lograron bajar el consumo, las emisiones y se ha aligerado el peso de esta mecánica. Gracias a dichas modificaciones consiguieron un motor atmosférico de 1308 cc. con 237 HP a 8.200 RPM, potencia equivalente a la de un propulsor de seis cilindros y más de tres litros de cilindrada, que generaba un par de 21,5 kgm a 5.000 vueltas, cifra propia de una mecánica de dos litros.
Su deficiente consumo de combustible, ser más contaminante, unido a las necesidades de nuestra época moderna, son las causantes de que el motor Wankel desaparezca.
Es una lástima que no llegase a cumplir lo que prometía.
A lo largo de su historia se ha montado en más de 25 automóviles, motocicletas y tractores. Incluso compañías de aviones, desde Suzuki a Rolls-Royce, se dedicaron a la investigación, desarrollo y construcción de este motor sin pistones.
Sin embargo, el motor Wankel no está totalmente desaparecido. La idea del motor es demasiado simple y elegante para desaparecer por completo, y está encontrando nichos para sobrevivir, como en los cinturones de seguridad: El pretensor de emergencia de los cinturones de seguridad de algunos Mercedes-Benz y Volkswagen es en realidad un pequeño motor Wankel, impulsado por una carga explosiva. Otro sector donde podría funcionar es en el de las motos de nieve, o los aviones sin piloto, donde se está experimentando con pequeños motores Wankels debido a su simplicidad y durabilidad, grandes ventajas en este campo.
El video del motor
Fuentes:
elmundo.es