El Oxido: esa temible enfermedad
El óxido y la corrosión son dos enfermedades que pueden atacar nuestros autos.
Oxidación: (proceso químico) fenómeno de combinación química de oxigeno con los elementos metálicos que produce la corrosión quiere decir que: oxigeno + metal al aire sin proteger = se provoca corrosión (esto es solo estético)
Corrosión de los metales es un proceso químico combinado de oxidación y reducción (que provoca erosión en la superficie del metal, en algunos casos su efecto continua a través de la capa de oxido que se genera)
Quiere decir que: si se deja que la oxidación actué por tiempo prolongado se ira comiendo el metal, lo pudre y deshace, dañando severamente y si no se repara y protege seguirá «comiéndose» hacia dentro.
Es un efecto natural que se agrava por distintos factores, el clima, vivir en zonas costeras, la guarda del vehículo en lugares húmedos.
Sub- títulos
La carrocería de un auto con óxido – El vano motor – La Batería – El óxido en el baúl del auto – Oxido en las puertas y zócalos del auto – Piso oxidado de un auto clásico – La parte de abajo de un auto, el chasis – Reparación de la zona oxidada
La carrocería de un auto con oxido
es el lugar más fácil de distinguir, de encontrar la enfermedad.
Podemos encontrar óxido superficial o ya percutido (como que se «comió» capas de metal). Cuanto antes detecte el problema y ponga manos a la obra, mas económico será el arreglo y menor el daño a la carrocería.
El vano motor
(Lugar del auto donde está ubicado el motor)
Es una de las zonas más difíciles de apreciar si hay oxidación o, para peor corrosión ya que ciertas partes del motor tapan la visión.
También es la más complicada de limpiar y mantener limpia.
No es fácil sacar el motor y revisar minuciosamente, por eso es importante que inspeccionemos con una linterna y mucha atención.
1′: ver si hay perdidas por mangueras.
2′: apreciar los laterales del vano motor.
3′: En lo posible tratar de despejar las zonas por las que pasan cables.
4′: tratar de ver los laterales y piso del radiador.
5′: Por abajo del auto observar detenidamente y con una linterna las zonas donde están instaladas las patas del motor.
6′: Al puente, por ejemplo del Torino, que sostiene el motor hay que revisarlo muy detenidamente, ya que suelen oxidarse y corroerse los bulones y el propio chapon del puente.
7′: revise el capot, la parte de adentro, especialmente en la zona de la cerradura y/o traba.
La Batería
1′: Sacar la batería: observar detenidamente, en este lugar es donde la corrosión hace estragos por el derrame de liquido de la batería.
El óxido en el baúl
1′: Retirar la rueda de auxilio
2′: Retirar la alfombra
3′: Poner atención especial en las uniones y soldaduras
4′: comprobar si esta oxidados o también la corrosión se comió parte de la chapa.
Oxido en las puertas y zócalos
Piso oxidado de un auto clásico
Normalmente los autos tienen, debajo de la alfombra de goma otra de bucle, o de goma y debajo de ésta una de insonorización, felpa de algodón.
Normalmente se condensa la humedad entre estas capas y el piso de chapa por lo cual aparece el temido óxido.
También, puede suceder, que: si hay tapones de goma que cubren agujeros especialmente hechos para desagotar en caso de entrada de agua, estos estén en mal estado y por allí penetre el agua desde el exterior.
1′: trate de levantar un poco las alfombras, especialmente en el piso de adelante.
2′: de ser posible saque todas las alfombras.
3′: Los zócalos exteriores, donde cierran las puertas, suelen tener una chapa de metal o una cubierta de goma, generalmente están aseguradas con tornillos, retirarlos, sacar la cubierta y verificar la zona.
La parte de abajo, el chasis
O nos tiramos debajo del auto o bien lo levantamos o ponemos en una fosa.
La parte de abajo esta compuesta de chapa, en algunos hay chasis, y todo lo que llamamos tren delantero y trasero. Diferencial, cardán, motor, tanque de combustible y los conductos de los frenos y el combustible.
1′ :Con una linterna o muy buena luz revise no solo la parte evidente sino los recovecos.
De no llegar con la vista, intente pasar la mano por esas zonas para intentar descubrir si hay zonas extremadamente ásperas o rotas o con laminas que se pueden arrancar, estas láminas suelen ser de pintura pero nos avisan que en esa zona algo pasa.
2′: Todos los brazos visibles deben estar libres de óxido, así como las partes mecánicas.
3′: en la zona del tanque de combustible,ver anclajes.
4′: Revisar, si los tiene la zona de largueros, falso chasis o propiamente el chasis.
5′: El tema de tuercas y bulones.
Reparación de la zona oxidada
Obviamente lo recomendable es llevarlo a un taller de chapa y pintura.
No todos se dedican a los pisos y la parte de abajo o chasis. Será cuestión de llevarlo al especialista que entienda y atienda nuestras joyas.
Como sea, de forma urgente hay que dar una solución ya que el óxido inicial provoca la corrosión y con eso se nos agrava el problema.
Por experiencia sabemos que muchos guardan sus autos a la espera de contar con los recursos económicos necesarios pero NO, se le pueden realizar ciertos trabajos para evitar, al menos que la enfermedad siga su curso.
¿Que hacer?
Si usted, estimado lector, no tiene los recursos ni el conocimiento para llevar a cabo una tarea deseable, al menos le recomendamos limpiar la zona de óxido, con una lija, con un cepillo con cerdas de acero y dejar la zona «infectada» lo más limpia y libre de óxido posible; pase un solvente o desengrasante y luego de una mano de pintura convertidor de óxido, a pincel, aerosol, como pueda y entonces si aguardar el tiempo que se lo pueda llevar a reparar profesionalmente.
La zona de los trenes traseros y delanteros rociar con un aceite fino o con un aerosol w40.
Conclusión:
El óxido, con el paso del tiempo convierte nuestros autos en cadáveres, los mata.
En el mejor de los casos, quizás sin volverlos irrecuperables, provocan gastos enormes.
Todos queremos tener nuestros autos en buenas condiciones pero muchas veces el aspecto económico no nos permite, eso no debe ser obstáculo para mantenerlos en un estado al menos recuperable.